Cuál es el problema
Actualmente existe una agenda globalista anticristiana que adoctrina y promueve ideologías de tipo progresista que buscan normalizar conductas contranaturales y desdibujar el concepto de familia con el propósito de atacar a los miembros más vulnerables de nuestra sociedad, que son nuestros niños y adolescentes. Algunos problemas para proteger a nuestros niños son:
- Ausencia de análisis sobre el origen y destinación de los recursos dados a las ONG y la promoción de la nefasta propaganda LGBT en menores de edad.
- Imposición de la ideología de género a las familias por medio de la educación, medios de comunicación, redes sociales, plataformas de streaming, videojuegos, literatura, etc.
- Invisibilidad de información relacionada a estudios y estadísticas respecto al suicidio por castraciones y mutilaciones de órganos sanos producto de la ideología de género.
- Abuso de las vulnerabilidades psicológicas de algunos menores de edad para imponer la ideología de género.
Lo anterior se presenta a causa de la indiferencia, desconocimiento, temor, falta de información veraz y estadísticas corroborables en la materia, los católicos hemos permitido el avance de dicho adoctrinamiento en la sociedad y en nuestros hogares. Lo anterior se manifiesta en problemas como:
- El 95% de estudiantes en muchos colegios católicos es abortista*, no solo eso, culturalmente es lgbtista, apoyan la eutanasia y toda la cultura de la muerte. Se podría decir que en los colegios de hoy se está cocinando la gran tribulación y la gran apostasía.
- La hipersexualización de los niños y adolescentes.
- Destrucción de la familia
- Aprobación de leyes y jurisprudencia que atentan contra la moral cristiana.
El miedo a evangelizar y el discurso del estado laico nos ha hecho dejar de anunciar el evangelio de la vida y sin esas bases, un niño fácilmente se convierte en un seguidor de la cultura de la muerte.
Es por esto que queremos desplegar un gran ejército de padres, de adultos y de jóvenes evangelizadores que vayan a los colegios a rescatar a los niños de esta cultura de la muerte que los invade.
Un niño que avala el aborto es un niño que camina hacia la apostasía.